Eleiz-Alde: Nuestra visita a Orozko 19-11-2022

Ha pasado un año desde nuestro anterior encuentro en El Txakolí de Artxanda. Un encuentro muy deseado por las restricciones que nos trajo el COVID. Este año 2022 hemos venido arrastrando este virus con menor incidencia pero que nos sigue amenazando día tras día. Gracias a Dios el Grupo goza de buena salud y no hemos tenido que lamentar ningún fallecimiento.

Con este panorama, la Comisión hemos preferido ser prudentes y esperar a noviembre para celebrar este encuentro anual. Hemos elegido Orozko por su cercanía a Bilbao y facilidad de desplazamiento. Este municipio que no habíamos visitado, es uno de los municipios con mayor riqueza natural de la provincia de Bizkaia. Podemos disfrutar de sus montañas, bosques, cuevas y ríos. Su población está muy diseminada en numerosos barrios. Su principal núcleo es Zubiaur donde se encuentra su Ayuntamiento. Su río principal es el Altube.

Tuvimos un día muy lluvioso, pero no impidió una asistencia muy positiva. Os damos las gracias por vuestra puntualidad en la salida del Bizkaibus. Lo primero que hicimos al llegar a Orozko fue la visita al Museo Etnográfico de la localidad. Está ubicado en la casa Palacio Legorburu, más conocida como Casa kareaga. Este museo nos enseña muy bien las tradiciones y cultura vasca. Es importante conocer la cultura de nuestros antepasados para saber valorarlo y conservarlo.

Una vez terminada esta visita, nos dirigimos al bar del restaurante Arrugaeta donde íbamos a comer posteriormente y así saludar a los amigos y tomar unas consumiciones después de un año sin vernos. Este día se celebraba en Orozko la vuelta ciclista Kriterium-A y pudimos verla pasar delante de nosotros. La buena sintonía que había en el Grupo nos llevó a otra cafetería y así seguir la charla.

La comida como he dicho antes la celebramos en el Restaurante Arrugaeta. Elaboran una cocina tradicional basada en el mejor producto de temporada. Después de variados entrantes nos pusieron un maravilloso bacalado al pil pil. Estaba de chuparse los dedos. A continuación falda asada que también estaba riquísima. Para terminar tarta de queso, café y chupito. Todo muy bueno gracias a su magnífico Chef Bernardo Diéguez.

Quiero dar las gracias a Merche y Charo Arrugaeta que desde hace 35 años regentan este restaurante familiar y llevan la sala con una gran profesionalidad y a su hijo Juan Pedro. Muchas gracias a todos por vuestra amabilidad y buen servicio.