Eleiz-Alde: junio 2019

Kaixo, Lagunok:

Con la misma ilusión con la que nos reuníamos para participar en las salidas al monte en nuestros años jóvenes, eso sí, con unos pocos años más, llegamos muy puntuales a nuestro punto de salida en la calle Santutxu, dispuestos a disfrutar de dos bonitos días por tierras de Gipuzkoa. Participamos 24 personas. En la primera toma de contacto, abundaron los besos, los saludos y las sonrisas; algo muy sencillo de expresar, pero que siempre reconforta y deja huella.

Nuestra primera parada la realizamos en Legazpi para nuestro tradicional desayuno en la Cafetería Katilu. A nuestra llegada, tenían todo preparado. Nos ofrecieron tortilla y cruasán junto con zumo de naranja, café o infusiones. Todo exquisito y especialmente el cruasán. Además y dentro del buen servicio y de la amabilidad de los empleados, también complacieron a las personas que prefirieron el vino para acompañar a la tortilla.

Nuevamente al autobús que nos llevaría al Parque de Mirandaola donde se encuentra el Museo del Hierro Vasco y la famosa Ferrería del mismo nombre. Los ferrones forjaron hierro como en el siglo XVI. Para ello nos pusieron en marcha todo el sistema hidráulico que hace posible alcanzar altas temperaturas al hierro que más tarde pasaría al yunque y martillo donde le dieron forma. Una estructura perfectamente conservada. La guía que nos atendió fue maravillosa. Una visita que nadie debiera perdérsela. Al finalizar la visita, nos ofrecieron un delicioso pintxo ferrón.

La comida del sábado la realizamos como es costumbre de picnic en los aledaños de la Ermita de Santa María: La Antigua de Zumárraga. El lugar estaba bien aunque muy sombrío. Hubiera sido ideal con un buen sol de verano. Una vez concluida la comida con sus correspondientes cafés, visitamos la Ermita. Es un ejemplo claro del románico vasco. Por fuera es muy sobria y con poca ornamentación. La portada es románica. Sus ventanales son abocinados de saetera. El interior, Llama la atención la perfecta armonía de su estructura mixta de piedra y madera. Está compuesta por una sola nave, dividida en tres partes por seis gruesos pilares. El coro, las tribunas y la cubierta están compuestas de madera. Por su majestuosidad, podríamos decir que es La Catedral de las Ermitas. Es importante destacar la imagen de Santa María así como el Cristo Crucificado.

Tomamos nuevamente el autobús para dirigirnos a Lasarte al Hotel Ibiltze. Una vez distribuidas las habitaciones volvemos al autobús dirección de Astigarraga donde degustaríamos unas cuantas botellas de sidra fresquita en el Sagardotegi Iretza.

Una vez realizado el desayuno del domingo, nos dirigimos a Pasajes de San Pedro para visitar el Museo Albaola. No pudimos realizar el viaje en barco desde Trincherpe por estar suspendida toda actividad marítima al haber concurso de regatas. Ello nos permitió disfrutar a pie de las maravillosas vistas de la bahía hasta llegar al museo.

Este lugar transporta a un mundo en el que se entremezclan viajes marítimos llenos de peripecias, aventuras, vicisitudes, hazañas, proezas, fracasos…, desempeñados por los cazadores de ballenas y sus embarcaciones. Capitaneados por una guía, tuvimos la oportunidad de visitar este museo en vivo, donde se recupera y se pone en valor la tecnología marítima artesanal y pudimos conocer la historia marítima vasca a través de la construcción de la réplica de una de sus embarcaciones más conocidas: el ballenero, del siglo XVI, SAN JUAN. El proceso de construcción del ballenero se lleva a cabo utilizando los mismos materiales, técnicas y maquinaria de la época. En su elaboración se emplean maderas de diferentes tipos de árboles para las distintas partes del barco. Estas maderas vienen de Navarra y son de roble, de haya y de abeto. Para las velas se utiliza el cáñamo, que lo transportan de Soria, Rioja y Navarra. El hierro lo reciben de Gipuzkoa. La pez, un producto negro con el que impregnan el barco, la producen en Castilla y León.

Construido en Pasaia, el ballenero San Juan es un ejemplo de los primeros buques de carga transoceánicos que zarparon del País Vasco hacia Terranova y que se hundió en la costa de Canadá, en Red Bay, en el año 1565. Transcurridos más de 400 años, un equipo de arqueología canadiense lo descubrió, lo investigó y lo estudió, convirtiéndose este buque mercante del siglo XVI, en el icono que simboliza el Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO. Con el apoyo científico del Gobierno de Canadá, la nao San Juan, de la misma manera que unía Europa con América en épocas ya lejanas, posibilitará a los dos países navegar hacia el futuro a partir y de la mano de un pasado compartido que permanece en el presente.

Terminada esta fantástica visita, tomamos el bote para cruzar hasta Pasajes de San Juan a reponer energías en el Bar-Restaurante Yola Berri. Otro pueblo marinero que conserva con esmero su patrimonio. Diríamos que Pasajes solo hay uno, pero separados por una hermosa bahía.

Tomamos el autobús para llegar de nuevo a la Sidrería Akelenea de Astigarraga para comer el domingo. Ana nos deleitó con una espléndida comida. Después de una entretenida sobremesa, damos por terminada la excursión de Junio de 2019.

Antes de terminar el día es de justicia recordar a Nacho, conductor del autobús. Queremos agradecerle su amabilidad y bien hacer en todo momento para la buena marcha de la excursión.

En nombre de la Comisión os damos las gracias por vuestra participación. Esperamos os hayan gustado las fotos de este reportaje. También veréis un vídeo de la Ferrería Mirandaola colgado en esta página. Tanto las fotos como el vídeo podéis ampliar.

Un abrazo, Emilio

Etiquetas: Fotos salidas de Junio